lunes, 18 de enero de 2010

esa forma tan de él de agarrarme el pelo

...esa forma tan de él de agarrarme el pelo para echar mi cabeza hacía atrás, en una orden silenciosa de posesión y obediencia. Mi corazón no había quedado afuera de este caudal de sensaciones, alegre y enamorado daba latidos dolorosos.

Aquella sensación de sus besos, sus manos apretándome salvajamente, a la vez sus amorosos besos en mis ojos, en mi frente y en mis labios, me dejaban exhausta, y yo apenas me atreví a balbucir...

-Yo, yo, quiero estar contigo...
-Vámonos. -dijo.

Aturdida arranqué el auto, me sentía borracha, como si me hubiese tomado 12 cervezas alemanas!!!!

-A dónde dije? -llena de verguenza.

-A mi casa.- contestó.

-Yo... -no dije más, para que hablar?, si en realidad hubiera querido volar allí y ni siquiere tener que parar en los semáforos! Decidí callarme y ser más honesta, incluso, conmigo misma.

De pronto este hombre era otro hombre, todo lo callado, medido y respetuoso había quedado en los minutos pasados, ahora él daba las órdenes, órdenes sublimes de promesas de la entrega de todo un hombre para una mujer... y yo era esa mujer que había seleccionado la vida, para conocer las maravillas que un hombre como caballo salvaje con ojos nobles puede ofrecerle a una mujer...


Una Nota:
"Cultivo una rosa blanca"
.es donde cada día dejo gotitas de mí...